El lenguaje comienza desde que los niños se encuentran en el vientre de la madre, su lenguaje aun no es articulado pero comienzan a tener noción de lo que es y de alguna manera tiene comunicación, reconoce las voces de sus padres, cuando estos le hablan o cantan, reconoce sonidos, y se mueve dentro del vientre materno si estos le agradan o desagradan; incluso se han hecho estudios y se ha llegado a comprobar que el embrión es sensible a los estados de ánimo de la madre.
En los primeros días de nacido, es muy importante observar y conocer el llanto del bebé, ya que es la forma que él emplea para comunicarse con sus padres o cuidadores. Cuando tiene hambre, frio, sueño, está mojado, se siente mal o incomodo, y por increíble que parezca el llanto que emite es diferente en cada una de estas situaciones: si la madre es observadora lograra identificar cada una de ellas.
Cuando la madre amamanta a su hijo es el momento oportuno para propiciar y estimular la comunicación entre ella y el bebé, hablándole con cariño y platicando con él, además de eso fomenta en el niño la seguridad, confianza y afecto. El amamantamiento favorece no sólo el desarrollo del lenguaje sino que al mismo tiempo estimula los músculos y las partes del interior de la boca, como la lengua, las mejillas, el paladar, los cuales interviene en la pronunciación para poder emitir un sonido, una palabra o una frase.
Para que los niños puedan llegar a comunicarse mediante el lenguaje articulado, es necesario acrecentar su vocabulario por medio de la práctica con la familia, es decir, hablar con ellos, saludarlos, contarles una historia y llamarlos por su nombre para que sepan que nos referimos a ellos. El lenguaje del niño aumenta con facilidad cuando los padres prestan atención a lo que los niños expresan y que complementen la información mientras platican con ellos.

El aprendizaje del niño es integral, es decir, mientras aprende a caminar o correr, aprende a pronunciar sonidos a darles significado y a usar las palabras. Otro de los puntos importantes es que el niño tiene que tener una interacción en con su contexto, eso ayudara a que tenga variedad de palabras y una mejor expresión de sus sentimientos e ideas, y conocer quienes lo rodean.
Aprovechar el balbuceo del niño para convertirse en un juego, responder al niño cuando evoca sonidos, un balbuceo, un grito o una vocal, nombrar objetos y animales cuando se vaya con el niño al parque o calle, enseñar canciones a los niños, etc.
Conforme el niño se desarrolla tiene distintas características de acuerdo al lenguaje:
3 semanas: El recién nacido ya sabe de dónde proviene la voz de la madre y su mirada es mas fija y siente una especial atracción por los ojos de las personas.
De 3 a 4 meses: El niño ya tiene la habilidad de solicitar cosas a través del llanto, sabe que le prestan más atención cuando llora, la madre ya interpreta el llanto de su hijo de acuerdo a sus necesidades.
De 5 a 6 meses: Obtiene habilidades de emitir sonidos como un grito o una carcajada a manera de respuesta. Sabe si se le regaña o se le prohíbe algo.
De 7 a 8 meses: Percibe la diferencia entre cada uno de sus familiares responde con llanto y movimientos cuando las personas se acercan a él, también puede dirigir su mirada hacia otro lado evitando el contacto visual, es también otra forma de comunicación.
De 9 a 10 meses: El bebe escucha con atención las pláticas de quien se encuentra a su alrededor. En los espacios de silencio, el trata de cubrirlos con algún sonido.
De 11 a 13 meses: Es posible observar que el niño puede entender palabras como papá, mamá, leche, comida, etc. Su cerebro se encuentra acomodando y asimilando palabras.
De 14 a 18 meses: El niño emite y reproduce palabras que ha aprendido en diferentes situaciones del uso del lenguaje. Le cuesta trabajo la pronunciación de algunas letras f, r, ñ, rr, s y se le facilitan algunas como n, m, p, t, k y las vocales.
De 19 a 24 meses: Los niños aprenden el español primero, adquieren sonidos parecidos a la p, t, k posteriormente sonidos de movimientos como s, r, rr.
De 2 a 3 años: El niño expresa palabras con dificultad, de algunas consonantes, puede señalar las partes del cuerpo como ojos, boca, piernas, cabeza.
De 3 a 4 años: Es la etapa de adquisición de las consonantes, puede construir frases completas. Comienza a contar sus primeros números.
A partir de los 4 años: Puede pronunciar vocales y consonantes combina frases y es capaz de observar e interpretar al oyente.
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